“Nuestra marca era una más. Con Lamark descubrimos que no necesitábamos gritar más fuerte, sino hablar desde lo que realmente somos. Hoy, nuestros clientes nos reconocen antes de decir una palabra.”

“Teníamos un gran producto, pero un nombre que no decía nada. Lamark creó un nombre con alma, propósito y recordación. Hoy escucharlo genera una sonrisa. Y eso… vende.”

“Sentíamos que nuestra imagen ya no nos representaba. Lamark no solo rediseñó el logo: reinterpretó nuestra esencia. Nos devolvieron una marca que nos emociona llevar puesta.”

“Estábamos confundidos entre lo que queríamos comunicar y lo que la gente percibía. El proceso de Neurobranding nos dio claridad y coherencia. Nuestra marca dejó de ser visual… para ser emocional.”

“Nunca habíamos pensado en cómo sonaba o se sentía nuestra marca. Con Lamark construimos una identidad que no solo se ve, sino que se escucha, se entiende y se recuerda.”

“Nuestro mercado estaba saturado. No queríamos competir, queríamos resonar. El trabajo con Lamark nos dio un posicionamiento emocional que nos diferenció sin gritar. Ahora no buscamos clientes… ellos nos encuentran.”